Conde Nast Traveller nos descubre una Marbella diferente, más allá del glamour y el lujo
Málaga y Marbella entre las 10 ciudades costeras más bellas de España.
En la Costa del Sol, Marbella es conocida por los mega yates, los súper deportivos y por ser un lugar de reunión de verano para la aristocracia europea.
25 km de costa, dieciséis campos de golf y cuatro puertos deportivos, junto a un clima incomparable, la convierten en un destino único.
Hasta ahí nos quedaríamos con lo que parece más deslumbrante y glamouroso. El lujo de sus boutiques o sus restaurantes de estrella Michelín…, pero aventúrese un poco fuera de la zona turística principal y la ciudad se convierte en un lugar completamente nuevo.
El laberíntico Casco Antiguo gira alrededor de la céntrica Plaza de los Naranjos, una plaza diseñada tras la conquista cristiana de Marbella, que recibe su nombre debido a los naranjos que la delinean.
En el Centro Histórico se pueden ver restos de la muralla que rodeaba la ciudad en la época musulmana y del castillo árabe. En una torre se conservan capiteles romanos, lo que indica cómo se usaron materiales de construcciones aún más antiguas, como pasó en el Teatro Romano de Málaga, para construir el recinto defensivo.
En la Avenida del Mar, camine a través de una colección de esculturas en bronce de Salvador Dalí, expuestas al público de forma aleatoria, y siga el paseo marítimo hasta el pueblo vecino de San Pedro de Alcántara.
Esa es la verdadera Marbella, no el brillo y el glamour que ocupan los titulares.